No sé, tengo la sensación de que tengo un blog así como tristoncillo...y no lo entiendo...no lo entiendo porque no refleja absolutamente para nada mi estado de ánimo, sin embargo el blog me sale tristón...
qué curioso...
ayer alguien me decía, ¿te acuerdas cuando teníamos 15 años y las de 30 nos parecían supermayores?
y sip,recuerdo cuando tenía 15 años y pensaba en que cuando tuviera o tuviese 30 ya estaría viviendo en madrí, haciendo lo que me diera la gana, liberada de mil y una historias que no tenían nada, absolutamente nada, que ver conmigo, ya habría acabado la carrera, ya lo habría conseguido y podría disfrutar, por fin...
no sé, si quizá era un pacto que tenía conmigo misma...por aquello de la educación católica y lo de sembrar para poder recoger...
tenía que hacerlo todo bien, estudiar, comportarme, no apartarme del camino para algún día por fin...
y no sé, cuando a veces me pienso, me miro desde fuera, quizá estoy un poquito orgullosa de mí misma, ni siquiera yo hubiera apostado por mí, la verdá...en teoría soy una chica lista, analítica, me doy cuenta de las cosas...y no, la verdá es que yo no hubiera apostado por mí misma...
y sin embargo, ocurrió ya ves...
joer, ya me está saliendo otra vez el tono tristoncillo...
y el caso es que ahora con el trimestre estoy volviendo a ver a gente que no veía desde enero...y me preguntan, ¿qué tal en Madrí? , tengo este superacento de recién llegada...
en ese momento automáticamente, sonrío (con la boca, con los ojos, con todo el cuerpo) y les digo: bien, muy bien, genial, me gusta madrid, de momento estoy enamorada de madrid, ya soy madrileña.
Y se ríen... pensando, supongo, ¿como se puede ser madrileña con ese superacento?
A veces me sorprendo sonriendo por la calle, así a lo tonto, o en el trabajo, sonrisa de autosatisfacción (supongo), sonrisa de joer qué bien, sonrisa quizá de sentirse como una ganadora, sonrisa de haber aprendido a ganar perdiendo, quizá sonrisa irónica de reirse un poco de todo, de haber aprendido que nada tiene importancia...sonrisa quizá de enamorada de esta ciudad, de esta situación, de mi vida que se ha convertido de repente en "esto" , casi sin darme cuenta...
Dentro de unas semanas es mi cumple...recuerdo mi cumple del año pasado y pienso, vaya, quién me lo hubiera dicho...cómo ocurrió, cómo de repente un día...entre abril y agosto de repente lo tuve claro...
y sip, claro a veces estoy triste o no triste quizá expectante deseando que pasen millones de cosas, me he hecho adicta y si pasan dos días sin que pase algo "raro", me agobio, una vez que empiezas a correr ya no puedes parar (momento corre forrest, corre) aunque para mí bajar a la calle y estar en madrí o incluso estar en esta casa ya sea raro de por sí...conocer a cualquiera, currar en mi trabajo, todo es raro porque se suponía que no estaba en mi destino...
a veces tengo la sensación de que hay una "bea" viviendo en la city, haciendo lo que se suponía que yo hubiera hecho de no haberme subido a ese tren un día de agosto, de haber decidido que bueno....mejor lo de madrí casi que no....como aquella peli de la Paltrow "dos vidas en un instante"...
pienso en como sería mi vida en la city y no consigo echar de menos nada de lo que allí se supone que hubiera podido pasar...
todo el mundo me pregunta si iré a galicia en semana santa y no consigo encontrar ni un solo motivo para volver, quizá solo uno...reconfirmar que yo allí ya había perdido mi lugar, si es que alguna vez lo tuve...y que no me importa, ahora ya no me importa, precisamente porque nunca lo tuve...
y me vuelve el tono meláncolico...no hay manera...es pensar en la city, pensarme y ponerseme el "mode melancólico" y sin embargo cuando tengo ganas de llorar no sé si es de alegría, de plenitud, o de tristeza...y quizá por eso todavía no he llorado en Madrí, lloraré el día que lo sepa...
ya lo decía mi madre, si lloras que sea por algo....
filósofa, mi madre era (es) una gran filósofa...
bueno, me voy a la ducha, a poner lavadoras, limpiar la casa...comprar una botella de vino...quizá tenga visita, quizá la botella se quede sin abrir durante un montón de tiempo, quién sabe...pero qué más da, el solo hecho de comprar una botella de vino francés en el corte ingles de callao un domingo por la mañana....ya es para partirse de risa y pensar...todo puede pasar, a estas alturas... y llegados a este momento vital... ya todo puede pasa(me)...
Pues si te has comprado el vino y no va nadie, te lo abres y haces un Kalimotxo que no veas...
ResponderEliminarme pierrrrrrde el acento gallego!!
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