Anne Lister, 20th April, 1824

“Writing my journal always does me good - now that I have done it, I have got it off my mind - my troubles seem gone - buried in the paper....”

martes, 9 de abril de 2024

Subrayando(me) fotograma a fotograma…

Hoy, de nuevo, lo han hecho, los de la novelita de las 4.
Obra maestra, pedagógica, donde las haya.
Hoy las protas (spoiler) se van a Madrid y a la vuelta patan en um hotelito (por lo que sea).
Doña Marta, muy nerviosa, Fina controlando la situación.
Lo hablan. No pasa nada. No tiene que ser hoy. Hablan de lo típico: desde cuando te fijaste en mi, que te gusta, se van soltando, entre besos, caricias, despacio, Fina interrumpiendo las explicaciones de Doña Marta (que ya ha perdido el doña para los restos):  de verdad está bien si solo nos abrazamos? Claro…
Obra maestra…
Y de nuevo pienso… ah, pues va a resultar que es lo normal. No meter prisa (aunque se te ponga cara de pagafantas cuando a “la nerviosa” se le quitan los nervios con la primera que pasa en el Fulanita (cuanto tiempo ha pasado? 2 años? 10? 15? Quien los cuenta? Que más da?

Me quedo más tranquila, la verdad. Echo cuentas y recuerdo 3 personas distintas con las hice eso. No hay obligación de que sea hoy, tranquila, nos dormimos y ya está. No pasa nada. Si yo me lo he pasado bien igual. 

Que pasó después con ellas? Pues encontraron a otras… fueron felices y comieron perdices (supongo) 

2? 10? 15 años después… la vida me alcanza y me dice … lo hiciste bien. Ellas no supieron verlo (quizá porque yo no era su persona ni ellas la mía, tb te digo) 

Confirmamos. Siempre pasa lo que tiene que pasar, aunque tardemos en darnos cuenta. 

Id a ver el shippeo (son 8 minutos). No os arrepentiréis. Puro cine. Directo a ese espacio entre el hígado y el estómago que te deja sin respiración. 

Algún día , viendo algún shippeo de estos de 5 minutos, he sentido que iba a echarme a llorar (de emoción, de reconocimiento y auto-reconocimiento, de tristeza, de nostalgia del futuro que será o no, quien sabe) 

Ese es mi briconsejo. 

Y si algún día estáis en una cama con una tía hipernerviosas y ella se da cuenta y os da tregua. Daros cuenta, amigas. Quizá merezca la pena quedarse un ratito más (o no). Una nunca sabe. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario