Dedico casi todos los días un rato a actualizar mi excel de ingresos y gastos. Una rutina, una manía que me ha traído aquí. Empecé a hacerlo para decidir si hacer el primer Master, el año sabático en Santiago… en la prehistoria. La primera gran inversión que hice (en mi misma y sólo con mis propios ahorros/ recursos). Ahí nació el blog. Desde entonces, no hay nada que haya hecho (o no hecho) en esta vida que no tenga su inicio (y/o final) ahí…
Casi nada es tan grave (y/o leve) o inalcanzable (y/o alcanzable) cuando lo metes en ese excel…
Me equilibra, me centra, (me refugia de casi todos mis miedos de hija de niña de la postguerra), supongo…creo.
Lo mismo me pasa con estas temporadas de soledad (elegida?), en las que estoy a mis cosas. Me sientan siempre bien (Economica y mentalmente). Barbecho , las llamaba cuando todavía no se alargaban tanto como ahora. (Debería empezar a llamarlas “nueva normalidad”? Parece que esta vez no es solo una fase, ha venido para quedarse?)
Como consecuencia natural del barbecho y el excel…
Hace ya unas semanas pensaba … qué cosas… ahora podría hacer el posgrado en una de esas escuelas de negocia mega-caras… sin más…
La de vueltas que le di hace años (10?)…
Los números (casi) salían, a mi yo de los treinta y tantos, jefecilla con aspiraciones, le parecía imprescindible decorar el CV con esa enseña y reseña … pero… invertir tanta pasta? Jugármelo todo a esa baza? Creía tanto en mi?
La respuesta fue No.
Al rato conocí a alguien y “mi carrera” de jefecilla con aspiraciones dejó de ser una prioridad (y directamente se fue por la borda).
Ejem…quizá los dioses no me envían a mi ella porque saben que me (auto)destruiría.
La cosa no funcionó y mientras se pegaban mis trocitos me apunte a un máster (cualquiera) para pasar el barbecho a cubierto. Ahí nació “lo de la bolsa”
No me equivoqué, creo, al rato “la publica” se inventó los “Master oficiales” y resultó que el máster barato se convirtió en “oficial” (tomaya!). la opción más barata se convirtió en la mejor (para optar al trabajo que tengo ahora).
La mejor inversión de mi vida, fue aquella…
Cualquier trabajo que vaya a tener en mi vida será gracias a los puntitos de ese Master (más barato).
Los más caros no puntúan… o puntúan como simples cursos por numero de horas y temática. Sin ese “plus” que supone el pastizal y “prestigio” que se les supone.
La vida… dando respuestas (como siempre), años después…
Hoy, ahora, me digo… qué cosas tiene este karma mío…
Ahora podría hacer uno de esos cursos. Si es que mi oficina está al lado mismo de uno de sus centros. Tb te digo que eso me facilita ver el percal de “estudiantes”. Casi todos extranjeros, niños bien de familias que envían a sus retoños a España.
Me reconozco en los que identifico con profesores… (quizá erróneamente).
En este madrid transversal he conocido (y reconocido) a algunos profesores de esos centros. La empatía ha sido instantánea y mutua (tengo un problema con el talento, me atrae irremediablemente)
Ahora, que podría pagármelo sin darme ni cuenta, ya no es el momento. Me lo reconozco.
Y no es porque tempus fugit. Es que nunca fue ni será el momento (ni el lugar).
Ahora lo sé. Tarde. (O Justo a tiempo)
Acerté en la decisión, como siempre, por esa maldita/bendita mala/buena suerte que quiero creer me concede el dragón de fuego de mi horóscopo chino.
Paciencia…
Recomendé a dos personas esta semana…
Me sorprendí con esa palabra en la boca… en las dos situaciones… de donde ha salido esa palabra tan poco propia de mi?
Mi eneagrama aspira a la sabiduría…
Habré llegado …
Espero que no, que solo sea serenidad (pachorra, jaja). No confundir con la resignación.
Será así con Ella? Cuando llegue (si llega) sabré que todas las (decisiones) anteriores fueron las correctas? Quizá llegue a la conclusión de que nunca fue el momento y lugar (y nunca lo será)? En esta vida no tocaba. Veremos las siguientes.
No lo descarto.
Paciencia…
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