Releyendo un mail post-asistencia a una ponencia que me pidieron mis jefes y seguramente no se han leído, pero me ha quedado súper chulo. Así que me lo releo y me relamo con la musicalidad del mail que solo yo leeré y releeré , como si fuera uno de estos post.
De trankis. Mi vida es así, ahora. No me juzguéis. Me eligió ella a mí. Cada intento que he hecho por escapar ha sido en vano. Yo me adapto.
De repente, suena mi teléfono: “papá” en la pantalla…
No me llama desde mi cumpleaños. Que me llamó para ver si con mi avanzada edad había “madurado”…
Yo tampoco llamo ya, claro.
Lo he cogido sin temor. Si me llama él será que está vivo y si se ha muerto alguno de los demás no creo que me llamase.
He contestado como siempre, como si acabásemos de hablar ayer por la tarde. Hola, que pasó?
Me dice que nada y me pregunta qué día voy a la city a firmar. (Repito: no hablamos desde mi cumpleaños, por medio la muerte de mi madre, y todo lo demás). Le digo que el jueves de la semana que viene. Me dice que si quiero puedo quedarme a dormir la noche antes en su casa (bueno, ahora también la de mis hermanos). Le digo que no, que voy y vengo en el día… y que prefiero evitar encontrarme con mi hermana (no vaya a ser que vuelva a pegarme. Duda, como siempre, de que ella me haya pegado varias veces o me haya cortado el paso en el pasillo de casa). Bueno, es igual, le digo, yo no quiero problemas. Ella sabe lo que me hizo y yo también lo sé. Ya tengo billete de ida y vuelta. Y ya está. Por eso no fui al entierro. No quiero armar lío (básicamente porque todo el mundo me culparía a mí,
Cada una tiene su rol). Me repite que puedo ir porque él está solo en casa. Le pregunto por qué: me aclara que mi hermana desayuna y come con él y mi hermano cena y duerme allí. Y que se bajan a dar una vuelta por los bares.
Ah, bueno! Si te tienen atendido pues vale. Todos estamos bien. Es lo mejor .
Hago memoria y le digo, bueno, como en la city, si quieres voy a la hora de comida, pensaba comer cerca de la notaría pero si quieres llego a las 2:30 y tengo hora en el notario a las 4:30. Pero dile a mi hermana que no aparezca. No quiero líos. No quiero problemas. No quiero que me digas que estorbo y que mi hermana solo se desquicia cuando estoy yo. No quiero problemas. Me dice que si he pensado lo de renunciar. Le digo que sí, quizá me arrepienta algún día si lo necesito pero ahora no lo necesito… y me queda poco
Para la jubilación (malosera). Me dice que me queda mucho, le recuerdo que él se jubiló a los 56… así que casi casi… se ríe. Le pregunto si ya no tienen “chica” me dice que sí, pero ahora solo va tres días a la semana. Quedamos para el jueves. Le digo que si el tren se retrasa y no me da tiempo de ir por casa , voy otro día en diciembre que tengo casi todas las vacaciones. Quedamos así…
Y el caso es que yo iba por eso… porque por teléfono siempre me convence, hasta que aparece mi hermana por casa y todos mutamos…
Qué complicadas y qué simples son las familias, coño!
Aquí no ha pasado nada…
Después he pensado que quizá le mando llamar mi hermana para comprobar que la renuncia sigue adelante, o exactamente qué día va a poder disponer de todo…o los motivos o razones (que esa ya se la di yo por WhatsApp, al que no contestó)! No quiero problemas, voy a renunciar, te ha salido bien lo de pegarme. Enhorabuena! Disfrútalo.
En fin… that’s life!
Después en mi teams ha aparecido la convocatoria para una charla sobre concienciación LGBT del curro. Madre mía! Menos mal que es justo el día que tengo el notario en la city y me lo he pedido.
No nos libraremos de las bromitas durante esta semana, no! Pero al menos nos libraremos de la tontuna de charla.
En fin… voy a ver cómo llevo mi cartera de bolsa este mes. Creo que va positiva. Eso siempre me anima. Es mi psicólogo. No lo recomiendo. Nadie lo recomienda. Siempre acaba fatal. Me funciona pero… no debería…
No hay comentarios:
Publicar un comentario