Un post en voz alta…

No he dicho no…

He dejado que el mensaje de teams se perdiera entre otros…

Acabaré diciendo sí, me conozco… 

Un día que este especialmente aburrida o con mas gana de jugar de las estrictamente necesarias…

Al final (o al principio) la compi que creí ver en el wapa el día de su incorporación a la empresa, esa que me ronda, esa que se pasa por el despacho, esa que siempre se sienta a mi lado en las reuniones/cursos presenciales, se ha apostado un desayuno FUERA DE LA EMPRESA… conmigo…

No he contestado al mensaje, por no decir NO (primera reacción)… pero tampco he dicho SI. 

Mi postura es ya conocida en la empresa. Al principio iba a todo hasta que decidí pasar de todos (a nivel personal). Fue un cúmulo de situaciones, sin más. Nada grave. Pero decidí que ya. Ni comidas, ni cañas, ni colegueos fuera, ni desayunos. 

Nada grave. Hay mucha gente (los más mayores) que no hacen planes con los jovenzuelos. Lo use un poco como excusa. 

Me convocan pero no me apunto. Me lo recuerdan pero cada vez invento una excusa. Que así desconecto mejor, que prefiero separar vida personal/profesional, que paso de hacerle la pelota a los jefes (no estoy en esa fase)

La verdad es que he perdido interés… mira, yo paso. 

Ella? Me interesa por la novedad, claro. Lo sé. Lo he escrito aqui alguna vez. No descartaría el jugueteo con ella. Nada más, claro. Tiene un hijo (es lo único que sé de su vida), bueno y que es madrileña. Tiene mi edad. Y una trayectoria vital similar a la mía (salvo por lo del hijo y la nacionalidad madrileña , claro). 

No me gustaría que fuera la mujer de mi vida. (Jajaja) 

Soy así.

Me invitas a un desayuno fuera de la empresa y te imagino como candidata al libro de familia. 

Quien quita la ocasión, quita el peligro. Y yo me conozco y ya no tengo edad para pillarme (de forma correspondida o no ) y despillarme. 

Debería decir que no…. Está bien decir que no. Mantener las distancias. Seguir con mi vida (de trankis) hasta que el riesgo merezca la pena… 

Sí! Lo sé…

Qué haré? También lo sé. 

En fin… 

No podré decir que Madrid no me ha echado , periodicamente, una mano para salvarme de absoluta la soledad. No. Pero una es incorregible (y cada vez más).

Me temo.