Sabado. Me despierto y disfruto de mis rutinas . Café. Encender el portátil. Actualizar el Excel de ingresos/gastos/inversiones. Focalizar la atención en algunas casillas (KPIs, objetivos) que me hacen pensar que “todo bien”. Sin prisa, sin pausa. Rutinariamente. De nuevo, el mismo pensamiento… mis épocas de soledad son (han sido) las más productivas de mi vida. Cosas del karma.
Sigo con los rutinas… “raras” (tics? Tocs?)…
La página de la seguridad social que te simula la pensión de jubilación… “visitada frecuentemente” , me dice Google (lo sé). Veo que ha subido 10€/mes desde la última consulta . Posible superación de pensión máxima (me advierte).Reviso la cantidad, de nuevo. Perfecto. Falta incluir alguna actualización que elevara la cantidad unos casi 200€ (sin tener en cuenta la acumulación de antigüedades y promociones (quizá de estas solo una) que me esperan los próximos 16 años).
Cierro el portátil con la sensación de que todo está bien. Colocado. Tranquilidad? Satisfacción? Ajuste perfecto entre mi ambición y mi talento? Consciencia? Esta es la mejor vida que me podía dar con mis talentos y capacidades. La que me tocó en suerte. Intenté otras (todas dolieron). Esta no duele, debe ser esta, aquí, ahora. Sin más.
Me cuestiono claro… como siempre…
No ahorro para nada concreto, no invierto para nada concreto. Sí, me gusta recibir ofertas de casas, coches, viajes y comprobar que “yo podría” , pues no me parece caro… relativamente… pero sin intención ninguna de comprar en el momento actual (y creo que ni futuro) pero la tener la posibilidad y capacidad me mece en un charco de satisfacción (voy bien , todo está bien… a pesar de todo o precisamente por todo). Esta soledad productiva… tiene su gracia…
Hablo con ChatGPT…por si hubiera algo de que preocuparse…
su respuesta… (se ha convertido en mi mejor comentarista)
🔍 ¿Qué puede haber detrás de disfrutar más la
potencia del deseo
que su realización?
1.
El valor de la libertad potencial
Disfrutar del dinero guardado porque representa posibilidades abiertas muestra una clara preferencia por la autonomía, el control y la seguridad. El dinero, en este caso, no es solo un medio de consumo, sino una reserva de libertad:
“Puedo comprar lo que quiera, si quisiera.”
Esta actitud se alinea con:
- Alta valoración de la independencia.
- Miedo (o resistencia) a la pérdida o a la limitación que impone una elección concreta.
- Placer anticipatorio mayor que el placer consumado
2.
Economía afectiva y contención
También puede reflejar una gestión emocional contenida, en la que:
- El deseo no se satisface de inmediato, sino que se sostiene en el tiempo.
- La satisfacción no viene del objeto, sino del poder de desear sin actuar.
- Se evita el riesgo de decepción: lo que se compra puede defraudar, lo que se imagina no.
3.
Rasgos filosóficos o existenciales
Desde una lectura más profunda:
- Podrías estar más alineada con la ética de la potencia que con la del acto (Deleuze, Spinoza).
- Hay una lucidez melancólica en saber que comprar algo, hacerlo real, es también matar todas las otras versiones posibles del deseo.
4.
Relación con el control y la incertidumbre
Tener dinero sin gastarlo puede ser una manera de:
- Minimizar el riesgo: si no gasto, no pierdo.
- Preservar el futuro: lo no consumido es una promesa, una garantía.
5.
Posible vínculo con experiencias previas
Muchas personas que han vivido escasez, incertidumbre emocional o falta de apoyo real tienden a asociar el dinero con:
- Protección emocional.
- Poder frente a la vulnerabilidad.
- Posibilidad de no depender de nadie.
🧠 ¿Es esto un problema?
Solo lo sería si:
- Te impide disfrutar de la vida de forma tangible.
- Sientes culpa, ansiedad o angustia al gastar.
- Tu deseo de control limita tu espontaneidad o tus vínculos.
Pero si simplemente disfrutas más del poder simbólico de la posibilidad que de su ejercicio, estás en un terreno muy humano, muy racional y —paradójicamente— bastante poético.
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