Parece que se va a poner de moda el hygger , el estilo de vida del Dinamarca el país más feliz de mundo.
Os pongo un trozo de un artículo ( pondría enlace pero nadie pincha y quiero creer que si a alguien le interesa sabrá googlearlo)
Pues si , me he sentido muy identificada con este y otros artículos sobre el tema. Esa sensación de bienestar, felicidad, difícilmente explicable, estar en casa con tu mantita, con tus cosas, leyendo, viendo un rato la tele, comiendo y bebiendo lo que sea de tu nevera o tu despensa. Sobre seguro. Esa sensación de seguridad, de bienestar pase lo que pase tengo asegurado mi bienestar , mi vida no cambiará en cinco años salvo que yo lo decida.
Supongo que eso tb explica la absoluta sensación de bienestar que me ha producido contratar el seguro de vida ( que es más de enfermedad, en mi caso). Comprar el bienestar, la calidad de vida futura, comprable.
No sé si concretamente es en este artículo que se habla de eso, esa sensación de libertad, paz, bienestar que produce que si mañana te quedas sin curro, tu vida no va a cambiar. Debe ser lo más cerca que se puede estar de ser "rico". No necesitar grandes acontecimientos para sentir esa satisfacción, esa sensación interior de bienestar tan difícilmente explicable, yo no necesito más para estar bien y si tuviera más (ruido) seguramente sería como tener menos (bienestar).
A veces, me dejo llevar , me dejo ser, me dejo estar... y me permito disfrutar de mis pequeñas cosas, así sin más , casi incógnito.
Leer la prensa, descongelar la carne del mediodía, escribir post, poner un par de lavadoras, comprobar si esta semana toca hacer compra y poco más.
( bueno en cuanto acabe de escribir el
Post voy a ver si reponen por la mañana la gala de gran hermano del jueves, ups! )
Si, soy feliz resolviendo las pequeñas cosas, sin complicaciones y ya.
Haciendo lo que quiero porque quiero cuando quiero, que casi siempre es lo que me conviene y me hace sentir bien, a gusto.
Mi problema es que no tengo problemas, quizá huyo de ellos, quizá los evito (demasiado), no me compensa... prefiero salir corriendo lejos, me agotan, me aburren, me dan pereza, a veces hasta me desquician y/o desesperan,me incomodan, huyo , precipito los acontecimientos, corto por lo sano, pongo distancia para reponer fuerzas y recuperar mi bienestar/calma/paz/serenidad.
Algunas veces, me despisto, me cruzo con alguna de esas "corre caminos", llenas de planes, de amistades, de whatsapp, de relaciones más o menos tormentosas, de idas, venidas, lealtades y deslealtades que se entrecruzan en el espacio y el tiempo, cual película de Almodóvar, tiene su gracia, la verdad, en esos momentos... miro mi vida... y pienso, joer debería ponerme las pilas, que al final parece que nunca hago nada, que estoy vacía, quizá es que vivo en una depresión continúa y no me entero... nunca tengo nada aparentemente interesante (para las terceras de turno) que comentar, más allá de "estoy bien, de trankis" (que es cierto) pero... la duda ahí está... quizá me equivoco... quién sabe? Quizá ahí fuera hay algo... que me estoy perdiendo por pura vagancia ( disfrazada de calidad de vida, de serenidad, de calma, de mini-felicidad)
Y me bajo (o me subo) al mundo obligada y claro... la motivación me dura una quedada y media... porque yo me encuentro peor y solo quiero hacerme palomitas ( o lo que me de la gana) en casa y volver a estar bien, cómoda, a gusto sin que me mareen (coño!)
Hoy he leído varios artículos y mira... la coartada perfecta. No soy rara, ni estoy mayor, ni soy especialmente aburrida, es que soy danesa... siempre lo he sido pero no lo sabía... hasta ahora.
Podría haber sido peor...
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