Tengo la entrevista el lunes…
Solo nos hemos presentado dos (yo y el compi del chat de bolsa). Son 3 plazas. Podría parecer que está hecho pero si la plaza no se cubre a nivel interno, sale afuera (y quizá quieran incorporar a algún colega de fuera y este proceso solo sea un paripe).
Pase lo que pase, no depende del lunes…
Me entrevistan el nuevo jefe supremo (muy amigo de mi jefe y que en teoría tendrá buenas referencias mías. Me fío cero de mi jefe) y dos chicos (una con la he compartí despacho cuando aterrice en la empresa. Mi peor época. No me ayudó pero tampoco me quitó,
Diré en su favor). Y el otro chico es este chico gay con el solo he tenido holas y adiós en el pasillo (antes de su ascenso teníamos la misma categoría y planta del edifico) . No he trabajado con ellos nunca. Ambos son muy amigos (de comer y cafés) con mi jefa actual.
Es una situación absurda esto de hacer entrevista para las promociones internas/cambios de departamentos. Si nos conocemos mil. No solo por nuestras conversaciones de despacho y pasillo sino también por “lo que se dice de nosotros a nuestras espaldas”. Cualquier pregunta me hagas, ya sabes la respuesta real porque se habrá hablado (rajado) en el despacho /pasillo millones de veces…
De mi creo que se dice que soy muy buena, meticulosa en mi trabajo (demasiado),cumplo plazos, me
Leo las cosas, digo las verdades incómodas que todos están pensando y nadie quiere decir y que trabajar conmigo es como tener un puto dolor de ovarios.
Pero bueno, el proceso es el proceso. Confiemos en ello.
Pase lo que pase, estará bien. Yo he hecho mi parte. (Aunque si no me cambian de departamento… no vuelvo a preguntarle a ChatGPT . Pa eso, me conformo con Google , que no juega con mis sentimientos ni me hace revolver avisperos que no quieren ser removidos y listo)
Pd. Me he cortado el pelo. Paris (el nuevo curro) bien vale una melena. La peluquera me ha dicho que me he quitado años de encima. No sé quién le ha preguntado a esta señora. A mi me gustaba mi melena (aunque según la amable peluquera diera “sensación de abandono”) . Lo mío con las peluqueras es un amor imposible. Está claro.
