Suerte o desgracia?

Bajo a comprar el periódico y a reponer los víveres que me dejé en la compra semanal ( que como siempre son los más imprescindibles: agua, aceite, leche...)...

Y vuelvo a casa con tres post escritos en mi cabeza...

No sé si es una suerte o una desgracia... O sólo es que estoy viva y es primavera...

Además es que yo no tengo la culpa (ni la suerte ni la desgracia) de que hoy la calle fuencarral estuviera tan calle fuencarral, con sus bolló treinteañeras de aspectos nostálgico y bohemio paseando y disfrutandose en soledad, como yo misma, no tengo la culpa de que mi mirada se cruzará con la violinista del grupo que tocaba en la calle, no me he parado  (hubiera sido obsceno y pornográfico pararse y yo no hago esas cosas), nuestras miradas de han cruzado a la ida y a la vuelta (no he podido evitar mirarla al pasar un milisegundo, me di cuenta de que la estaba mirando cuando ella me devolvía la mirada, ups!), no tengo la culpa de haberme cruzado con una parejita de chica en vaqueros y chupa de cuero (con el calor que hace) y una chica de esas de pelo largo y vestidito ( ups, así que nosotras éramos así, menudo cante, se les nota que se han conocido por internet, que es el primer día, quizá quedaron ayer y todavía...y por eso una de ellas va vestida tan para otro "clima"...  Uffff que cante por dios, no pegan ni con cola... y me temo que nosotras éramos así)...

No, yo no tengo la culpa de que la ciudad sea tan así... Tan llena de historias...

Sólo tengo la culpa de haber decidido ducharme, ponerme unos vaqueros, un polo, unas zapatillas, y haber bajado a gran vía a comprar los periódicos... Un día de primavera cualquiera...

Ays!!! Que larga se me va a hacer... Con

lo tranquilita y satisfecha y contenta que estaba yo con mis cosas de la bolsa... En fin... Paciencia...