martes, 12 de septiembre de 2023

Y no me parece mal…

Voy a estar siempre enamorada de ella…

Me desperté con ese primer pensamiento racional…

No me parece mal…

Fue el segundo. 

Cada cierto tiempo, cuando ya he olvidado que la he olvidado, aparece, lo disfruto, se mete en una parte de mi interior (entre las costillas) al que nadie más tiene o ha tenido acceso, lo llena, se encaja, como nada… sólo lo siento (el hueco) en el sueño y quizá alguna vez viendo alguna escena de alguna serie. Es difícil de explicar. Quien lo vivió lo sabe. 

Despierto recordando el sueño un rato, me dejo mecer en él hasta que lo olvido. Solo recuerdo que estuvo en mi sueño. Qué rematadamente lesbiana soy, pienso. Me sonrío . La única verdad, oiga. Lo único inmutable. Ella ocupando ese hueco (de nuevo) 

Lo asumo. 

Será siempre así. 

No me parece mal (incluso me parece bien). 

Camino al curro escribiendo este post ( mentalmente). 

Imagina qué pasaría si tuviera pareja. Se lo contaría. Debería contárselo. Como una tara. Mira, tengo esto. No es nada. Creo. Pero existe y existirá siempre. No puedo evitarlo (no quiero). Creo que la siguiente vez que volviera o volviese el sueño, dejaría a mi no-partner del momento. Como lealtad a mi (a ese hueco)

Llego a la castellana. Semáforo en verde. Olvido. Ahora ya en casa. Tecleo (con ganas de que repita el sueño). Confieso. Solo en sueños, ninguna gana (creo, me digo) que fuera a ser realidad (ya, en esta vida). Esa partida la perdí, tuve que librarla demasiado pronto, mi yo “late bloomer” no estaba preparada. Ella tampoco lo estaba (te diré). Ambas la perdimos (o quizá solo yo la gané para toda la eternidad). Una nunca sabe.  

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