Es un ejercicio interesante para quien ha pasado la vida luchando contra todo (incluso contra mí misma).
He visto que lo más inteligente es quedarse quieta, tranquila, sentada cómodamente dejando que la vida traiga lo que tenga que ser y lleve lo que no tenga que ser.
Ojalá, lo hubiera aprendido antes… la de idas y venidas y disgustos, y canas y arrugas que me hubiera ahorrado. Una se consuela pensando que era necesario para llegar aquí. Para alcanzar la paz, la serenidad, el convencimiento necesario.
Y así…
Un día…te encuentras con dos compañeros nuevos (que no te caían ni bien ni mal pero a los que ya habías decidido ver solo de lejos ) en el despacho…
Otro día haces un comentario sobre bolsa…para pasar el rato en el despacho…
Otro día te encuentras compartiendo noticias, inversiones, cagadas y éxitos…
Otro día te encuentras en un chat de teams denominado “libertad financiera” (lo creó el más joven , no le juzguemos)
Otro día te encuentras diciendo sí a una comida de esas con menú degustación hiper caro en el centro, (oportunidad única, solo 15 días en Madrid)… con 3 compañerOs de ese chat de bolsa de curro… en el que alguien como yo no encaja ni con cola…
Soy la única mujer del chat… otra vez?
Me lleva como un link a otros momentos de mi vida: cuando era la única niña del cole que jugaba a fútbol/baloncesto, la única prima que jugaba a fútbol/baloncesto en los sucesivos pinares de las distintas playas…la única mujer invitada a jugar a la cartas en la mesa de los hombres en las comidas familiares. Esto último, en su momento (incluso hoy) lo considere como uno de los momentos cumbre de mi vida. Nunca seré una de ellas (aunque lo intento) pero el líder de la manada me ha invitado a ser uno de ellos (aunque solo sea soy y porque les falta uno en la partida). Fue un gesto, que en mi desubicacion general me confirmó que yo era distinta pero para mejor.
Seré , de nuevo, la única en vaqueros y zapatillas de un menú degustación de un estrella Michelin de un 5 estellas hiper caro (y cero apetecibles) del centro de Madri…
He pensado, claro, que podría coincidir con alguien que gusta de esos sitios. Esos eventos únicos gastronómicos por un pastizal, son tan “ella”. Miedo (gracia) me hace. Imagina… yo, con estos tres, encontrándome con ella…ahí…
Sin contexto por parte de ninguno…
Me parto!
Escena cumbre!
No ocurrirá….en la Realidad.
Solo en mi cabeza…
Y me parto de risa…
Por favor, señores dioses, que ocurra!!!
Nunca pido nada!
El pastizal que voy a pagar valdría la pena…
Qué gracia la vida insistiendo en llevarme a esos lugares…para sociabilizar.
Pd: yo creo que ambas haríamos como que no nos (re) conocemos. A ver, lo más probable es que ya ni nos reconozcamos… (por suerte, supongo) . La vida siempre gana.
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