sábado, 2 de noviembre de 2024

No lloré…

Una nunca sabe cómo va a reaccionar a la vida…

Pensaba llorar este finde… y de momento, antes de empezar a escribir este post, pensé que no ocurriría. Ahora ya no estoy tan segura.

Las relaciones no se acaban cuando discutes (aunque sea por todo). Acaban cuando ya no discutes. 

Lo he recordado este finde…

Fui a la city, llegue y comprobé que todo era mentira. Mi madre no está bien (aunque ella no lo sepa), aunque todos finjan que sí. La tienen del sofá a la cama todo el día, durmiendo, no molesta (eso traducido es: está bien). Han conseguido incluso establecer horarios para que vaya al baño (la sientan en el vater tres veces al día hasta que hace pis y a la cama. Es suficiente para que el pañal salga siempre limpio. Otro éxito.)

No anda, a pesar de que mi hermano se comprometió a ayudarla a andar (siempre que yo no apareciera por la city) . Anda perfectamente si yo la llevo apoyada , se cansa pero es normal, tiene poca fuerza, me dijo en febrero. No sé en qué momento decidió que pasaba de ayudarla a recuperar esa fuerza. (Quizá fue cuando comprobó que yo no iba a ir a comprobarlo).

Quise contratar a un fisioterapeuta , que también me rechazaron (60€/hora? Que locura! Me ofrecí a pagarlo yo. Pues tampco! Debi lucharlo más? Era imposible! Nunca he ganado ninguna “pelea” (ni a mis hermanos ni a nadie, en realidad). 

La peor negociante del universo, sí, soy. Incapaz de “manipular ni convencer”, oiga. 

A veces no me convenzo ni a mi misma. 

Llegar y ver, comprobar.

Llegar mi hermana a casa y explicarme que le han suspendido toda la medicación (excepto las dos pastillas anti epilépticos que tengo más que comprobado que son las causantes del deterioro).

Otra negociación que no gané…

Yo voy seguir con mis rutinas, porque tú estés aquí a mamá la cuidamos nosotros (ese nosotros que hace ya tiempo que no me incluye, quizá nunca me incluyo en realidad). No la pongas nerviosa hablándole que tiene que dormir siesta. 

Yo le hablé antes de comer , se despertó, me reconoció (como esa persona que le coge la mano y le habla, la única), me contestó, que estaba bien, que tenía hambre, que después quería irse a acostar… que no quería que me fuera, me regañó por decirle que “ahora lo hermana era la jefa” (volvió a ser ella, quejándose del poco entendimiento entre sus hijas, siempre dirigido a mi) 

Insistí en hablarle durante la comida, comentarle cada uno de los platos, pedir a mi hermana que recordase que era nuestra madre (no un mueble) al que quitas y pones el babero o limpias la boca sin advertirle o darle la posibilidad de que lo haga por si misma (que lo hace por si misma , si se lo dices). 

Mi hermana pasó de mi , ejecutó mecánicamente cada una delas acciones como quien trabaja en una cadena de montaje y no discutí.

Entendí que ya no había opción… 

Acompañe en su habitación a mi madre hasta que se durmió …

Escuche a mi hermana quedándose a mi madre porque “la pone nerviosa, no va a dormir siesta”.

Dormimos toda la tarde , cómo ellos…

A las 8 vino mi hermano, mismo procedimiento, levantar, vater, comida, cama (en silencio) … sin cruzar palabra. Mecánicamente. Para acabar rápido, supongo. 

Dormir toda la noche…

Levantarme a preguntar si quería desayunar, la respuesta de mi padre: viene tu hermana… 

Un rato de conversación con mi madre: estas bien? Viene ella? Ahora es la jefa y la protesta de siempre cuando aprecia la sorna en mis palabras: buenoooo, non discutades. Ahí , vuelve a ser ella. 

En seguida, la llave en la puerta…

De nuevo, ocupándolo todo, dueña y señora…

Al ser festivo ha decidido estar todo el día en casa de mis padres. 

Yo acabo refugiada en la habitación (un clásico de toda mi vida, también te digo). 

Este va a ser el plan todo el finde? Paso…ya no. Para qué? Ya no tiene sentido. 

Miro si puedo cambiar billete de tren para cuanto antes. 

Aquí no hay nada que hacer ya…me rindo. (En realidad, ya me rendí hace mucho) . 

encuentro billete para las 2 de la tarde … me alegro de haber tenido que pagar el más caro , que permite el cambio. 

Esta mañana he estado 7 horas revisando temas de trabajo… máxima concentración (me he reconocido, en la yo de mis tiempos de instituto, carrera,  solo yo y mi cabeza centrada en “mis cosas” de curro/estudios. Aquello en lo que soy buena, no depende de nadie, me absorbe, entenderlo, me hace sentir bien, entenderlo…

Ya esta. Hecho. Me he sentado a las 7 de la mañana y cuando me he dado cuenta era las 2 de la tarde…

Miro algo de Mafin, he estado desconectada…

No consigo volver al mundo Mafin…

Creíamos que estar en el mundo Mafin implicaba que huías de algo de la vida real. Creíamos que No era una buena señal. En realidad sí lo era. Ahora lo sé. 

Estábamos en el mundo Mafin porque nos podíamos permitir ese lujo, de distraernos de lo cotidiano (porque lo tenemos/tengo todo montado para que vaya en automático) 

Veremos el lunes si me engancho de nuevo…

Será buena señal. 

Una nunca sabe qué va a echar de menos…

(Al final, he llorado (algo) durante el finde/post. No me parece mal, la verdad) 

Hoy es el primer día del resto de mi vida… 


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