Estoy a piñón fijo. Monotemática. Lo sè. Ya se me pasa. La novelita va a toda velocidad. Hoy ya resuelven la tensión sexual no resuelta que nos ha durado ni 30 capítulos (oiga) . Estoy viendo toda la serie desde el principio y en los primeros, ni se atisba.
Hoy… ya sí que sí.
Fina lo ha gestionado todo de putisima madre y le ha hecho saber a Doña Marta que no estamos para tonterías. Asi se hace, Reina! leches! Los diálogos y poses y actitudes y lenguajes de Fina son absolutamente anacrónicos. Que sí. Pero que más da…será que es una viajera en el tiempo que se ha dejado el delorian aparcado en las afueras de la colonia. No la juzgo. .
A mi, claro, me puede Doña Marta, ese sufrimiento interior, la lucha consigo misma (que ya perdió antes de iniciarla y que está deseando reconocerse , sí) y esas sobre todo esas manos (de lesbiana experta) que hace tanto que no veía…
La vida, dando pistas (y volviendo a poner los post-it en su sitio) a cada paso.
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