viernes, 8 de marzo de 2024

Otra vez…

La semana ha pasado volando y sin postear…

Vengo aquí a hacer una reflexión (otra más), a constatar un hecho (otra vez)…

La vida nos lleva, nos enseña por donde ir y por donde no. Es irremediable si eres mínimamente observador(a).

Esta semana he tenido mucho curro (más de la media, me corrijo). Es un pico de trabajo normal, cierres y reporting trimestral que vaya a usted a saber por qué se junta con “esas cosas que vas sacando casi sin darle importancia” . Solo en estos momentos te das cuenta de  lo que ocupan. Te obliga a subir el ritmo. Leer en diagonal, enviar mails e informes , pedir aclaraciones sin apenas revisión. Te lo piden así. Dame una cosa rápida (pero esperan que sea rápido y bien, a la primera). Acabas recuperando esa sensación que ya habías olvidado (lo habré mirado bien? Habré metido la pata? Cagada? Es casi un toc. No suelo equivocarme currando bajo presión. Voy a tiro fijo. Es un don, casi una maldición. 

Vuelven las noches sin dormir, madrugar para llegar antes al curro, traerte el portátil (sin que medie dia de teletrabajo), cerrar cosas un viernes tarde y planificar un sábado mañana de curro. 

Dialogar contigo misma. No hace falta. Ya lo resuelves el lunes, durante la semana. Hay tiempo. Deja lo no urgente para después del reporting. Que mas da! 

Sería prolongar esta agonía… me respondo.

Necesito tener la bandeja de entrada vacía. Y seguir (volver) a mi vida de bolsa y series (y paz, tranquilidad, serenidad, de vuelta de todo, que todo me resbale) 

En trimestres anteriores no me pasó (tampoco se juntó todo a la vez, ni temas tan graves, aunque nada es tan grave en mi curro. Creo) 

Esta semana se han convocado varías plazas de jefecilla en mi curro. Son ascensos para gente de dentro. Mis jóvenes compis están revolucionados, preguntando quien se presenta, haciendo apuestas,… sugiriendo candidatos. 

Por qué no te presentas? , me dicen…

Yo? Ni loca! Aquí me quedo en esta mesa hasta que me lleven al geriátrico. No me merece la pena. No tengo buen recuerdo de mi época de jefecilla. Yo vivía peor. Les digo. Era todo una movida. Noches en vela a las 4 de la mañana, ir a currar con “miedo”…solo pensando en el siguiente ascenso. En el siguiente máster? Un pdd? En El intensivo diario (megacaro) de inglés? Todo era poco en la carrera de la rata…

Me lo creía. De verdad que sí…

Quita , quita…yo allí no vuelvo…

He dudado? No

No hay mejor ni mayor fe que la de los conversos . Un día dejas de creer o empiezas a creer y ya no hay vuelta atrás. 

Nunca hubo peligro de cometer esa locura…nunca! 

Pero por si acaso la vida me ha recordado que no me compensan movidas…

Yo vivo mejor a lo mío…

Y en realidad yo (ya) no quiero ni puedo centrar mi vida en el curro (ya no sé hacerlo) . 

La verdad es que no. 

Quiero otra cosa, animal o persona…

Llegará cuando la alumna (o la maestra) estén preparadas. Ni antes, ni después. Todo lleva su tiempo (y la vida también me ha demostrado que lo mío tarda siempre mas, por lo que sea, pero la espera merece la pena) 

La verdad es que sí. 

Ella (la vida) siempre gana. 

Estoy tan absolutamente segura como las otras veces (que también) me equivocaba. 

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