sábado, 30 de septiembre de 2023

Ya es mañana …

Una de las frases que mi educación (de hija de niña de la posguerra, católica, whatever) me grabó a fuego era: “pan para hoy y hambre para mañana”

Y creo que así he (sobre)vivido temiendo ese futuro en el que penaría por cualquier liberalidad que me permitiera.

No me lo estoy currando, estoy malgastando, no me estoy preocupando (lo suficiente), lo pagaré… me arrepentiré… ahora bien pero y mañana? 

Y ya es mañana…

Y ninguna de las predicciones (o proyecciones) de terribles consecuencias (laborales y pecuniarias) ha ocurrido…

Quizá porque me lo curré (aunque podía haber hecho más), quizá porque no me lo permití (y si me lo permití no lo disfruté a tope, casi ni a medio gas) 

Siempre (cuando paso el tiempo) pensé que lo que más me gustaba (atraía) de aquella chica que conocí era esa despreocupación, esa absoluta seguridad de que nada tendría consecuencias (para ella), se me ocurre que incluso  provocaba y se metía en líos solo para sentir que estaba del lado bueno de la vida. Me atraía esa capacidad para vivir sin límites (ni conciencia). Hizo que traspasase casi todos mis límites (lo hacía) y yo encantada. El alumno siempre encuentra al maestro que necesita. 

Me asustaban las consecuencias para mi (yo sabía/sentía) que serían solo para mi. Y grandes. Me permito meterme solo hasta los tobillos, mientras pueda hacer pie, pues bien… que no me cubra, si me zambullo me arrastraría la corriente. No diré que durante un tiempo no me arrepentí (debatí, negocié, me reproche no haberlo hecho). La respuesta era siempre la misma. Era hambre (mucha) para mañana. Te hubiera arrasado (más). No había otra opción. Bien por haberlo visto. Suerte porque el universo (te) ayudó. Sí. 

La segunda vez que quedamos pensé… menuda factura voy a tener que pagar por esto!!! Me convencí (negocié conmigo) el pago de la factura. Iba a poner que nunca imaginé cual sería el importe  ( lo creí durante bastante tiempo) pero.. con ojos de hoy pienso que no fue para tanto. No mereció la pena (pienso hoy) pero… bueno, así como anécdota… recuerdo a magnificar en algún momento futuro (escribiendo esto pienso que quizá no vaya a recordarla así en el global, quizá ni recuerde ese último poso que recuerdo: la temeridad, la absoluta seguridad de que nada tendría consecuencias para ella (solo para los que estaban a su alrededor, que en realidad no importaban), como es la vida y las cabezas… madre mía! Como estar seguro de algo? Todo es susceptible de ser olvidado, re escrito, reinterpretado con nuevos ojos)

Escribo esto desde el mañana… liberada de la sensación de que todo lo bueno (el pan) de hoy, implicará el hambre de mañana . (Y sí hablo textualmente). 

(Ya) no se me ocurre un contexto en el que se me cierren todas las puertas y acabe convertida en una parada de larga duración sin una mano a la que recurrir. 

A veces, bromeaba (no era broma) diciendo que acabaría durmiendo en un banco de la plaza de chueca. 

No ha ocurrido (y hay bastantes pocas probabilidades de que vaya a ocurrir).

Ya es mañana… y la vida se ha convertido (no sé cómo ni cuándo) en algo fácil. Barra libre de pan (quizá para compensar el hambre de ayer). 

Llegaré a tener esa sensación de impunidad que yo veía (sentía) en ella. 

Era eso, solo eso. Lo que yo quería tener. 

Voilà! 


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