Bastó un mail…

Para olvidarme de La Paz y calma (la felicidad) que tanto creía apreciar, que tanto me costó conquistar…

La olvidé , me di la espalda sin recordar ni siquiera que la había olvidado…

Que cosas!

Me dediqué a hacer planes, castillos en el aire… a dar saltos mortales (sí, mortales) en el aire hacia un tiempo y espacio del pasado o el futuro, una nunca sabe…

No me di cuenta, confieso…

No pensé en todo aquello a lo que estaba renunciando…

Mi Paz, mi calma, mi felicidad …

Volver a vivir , otra vez, pendiente de un sí o un no de ahí fuera… 

Por suerte, al final fue que no…

Volvía ayer en tren pensando en recuperar esta rutina mía : de series , lavadoras y bolsa , no esperar nada de nadie, no desear nada de nadie… 

Ya lo dijo el ingeniero de google (o era de apple), las expectativas no nos permiten ser felices. Si ajustamos expectativas la felicidad está ahí mismo. 

Me ha(bia) dado buenos resultados los últimos 2-3 años, la verdad. 

Olvidarme del mundo y dejar que el mundo se olvidase de mi. Firmar una tregua, un pacto de no agresion, interrumpido ocasionalmente para dar cierta apariencia de normalidad ante mi misma y ante el mundo (Tb, claro, hubo intentos de firmar La Paz definitiva ahí fuera, claro que si, no ocurrió pero algún intento hubo) . 

Hace tiempo que quiero postear un diálogo de una serie, me representa en este momento de la vida y me pareció ingenioso…

Quedan un chico y una chica …

- Chico: que te gusta hacer?

- Chica: comer cereales y ver la tele en la cama. La gente me dice que son síntomas de una depresión profunda, yo les digo que no… lo que pasa es que lo que me gusta hacer resulta que casualmente también son síntomas de depresión. 

- Chico: a mi tb me gusta hacer eso. Crees que podríamos hacerlo juntos?

- Chica: si lo hacemos juntos ya no sería síntoma de depresión. Vamos a mi casa. 

No diré que a veces no haya dudado (de qué no dudo yo?) de que esta vida tranquila y sin más complicaciones (sociales) de las estrictamente necesarias no sea un síntoma de algo…

Otras veces me decía… no hay de que preocuparse. No surge nada “apetecible” y por eso… aquí estoy, en barbecho, como las otras veces. No es que no te apetezca nada. Te apetecen muchas cosas, todas inalcanzables e imposibles y los sueños , sueños son. 

Este barbecho está durando mas de lo estrictamente necesario? Sí, pero bueno… cualquier día… quizá con la edad una se hace más sibarita (y el mundo está menos propenso, tb, a satisfacer los deseos de una vieja dama). 

Mi reacción a ese mail me ha confirmado que no hay de que preocuparse… no estoy ni medio muerta. Sigo viva, muy viva, mas viva que nunca (me pilla descansada aunque también demasiado desentrenada, parezco nueva. Eso tb lo he aprendido/recordado)

Sí, hay que preocuparse de valorar mejor las cosas y darle a la calma, paz y aparente felicidad interior el valor que tiene.

Mi objetivo para este finde es reencontrarme con mis series (engancharme a una nueva y antigua que no haya visto, de muchas temporadas) y no pensar , ni querer ni desear nada de lo de ahí fuera… volver al estado de hibernación. Falsa alarma. 

Llegará, como ha llegado todo en mi vida, tarde y cuando ya no me haga ni ilusión. 

Pensaré como con lo de este curro fijo . Debería estar exultante de felicidad pero no lo estoy. Es como rutina, un mero trámite. Una pieza que encaja antes o después sin más. A todo el mundo le encaja. (Casi pereza)

Hace 20, 15, 10, 5 años hubiera sido una pasada, lo más increíble . Hoy es, pues bueno… ✅ una cosa menos pendiente que hacer en la vida. 

En fin… karma obliga y los he visto peores, ya digo.