martes, 21 de febrero de 2023

He visto karmas peores…

 Llegué a ese curro (muy) ilusionada. Suponia renunciar a un curro fijo (de esos que te garantizan las jubilacion). Llegó como llegan estas cosas, en el peor momento, envuelto en cantos de sirena… que quise escuchar.

Supere todas las fases del proceso sin querer (con el or si acaso), llegó la llamada final…

Y no supe decir que no…

Algo me llamaba allí (aquí) irremediablemente…

Dije sí…

Tenía que ser ahí. La confluencia de los 40 años anteriores, cada uno de los cursos y trabajos absurdos de todos esos años me llevaban ahí a esa valoración de méritos, a esa entrevista llena de anécdotas que parecía encajar (por fin)…

Dije sí…

Y todo lo que pudo salir mal , salió mal…

Todos y cada uno de los días….

Desde el aterrizaje en un departamento en el que había una investigación (denuncia) por acoso entre dos de mis jefes (me enteré cuando yo ya había tomado partido por uno, el más débil, claro). Gran elección. Ha estado apo y medio de baja y le han cambiado de departamento. básicamente porque el departamento al que yo llegue ya no existe. Implosionó por este tema (y otros) a los pocos meses. Nos fusionaron con otro. Aquí no ha pasado anda. Circulen. 

Han pasado casi tres años… 

Me pregunto si esa situación ha afectado (sin ser consciente) a mi vida personal (me ha llevado a esta parálisis) acomodada, en la que lo único quiero, deseo, disfruto es el refugio de mi sofá y la series. 

Paz, calma, seguridad, tranquilidad… solo eso. 

No todo ha sido malo. En este tiempo mi trabajo y el de mis compis ha estado en todas las portadas de los periódicos.  he descubierto que estar en las portadas no es necesariamente bueno. Ahora ya no estamos (de momento).

Estoy ya en tiempo de descuento, mirando otras cosas… sabiendo que es muy posible que mis días estén ya contados y descontados en la empresa… 

Con esa sensación de nuevo de “patito feo” que no encaja en ningún lugar…

Que no es feliz por mucho tiempo en ninguna parte…

Aquí tampoco era… todo indicaba que sí, pero al final es que no…

No tengo fuerzas para ilusionarme con el siguiente destino. La verdad es que no. 

Quizá me vendría bien estar un tiempo sin trabajo . No buscar (encontrar) algo inmediatamente desde que este se acabe. No lo sé. 

Ayer me llegó un mail preguntando si seguía interesada en una oferta a la que dicen que me he apuntado. No soy yo consciente de ello. Hoy he dicho que sigo interesada. (Por si acaso)

He visto karmas peores. Ya me acostumbrado a este, aunque a veces… es agotador. 

La verdad es que sí. 


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