jueves, 5 de noviembre de 2020

Ya (se) lo decía yo...

 Han salido las listas. Son tan coherentes como que siendo casi el mismo tribunal, las mismas preguntas y respuestas estoy de segunda en dos puestos, de tercera  en otros dos puestos, de última en un puesto y no he pasado el corte en el sexto puesto. 

El primero de las posiciones en las que estoy de segunda también es primero en otra posición. 

Tampco sé a cuántos eligen en cada posición. 

Vamos que es un lío... y habrá que esperar a que la semana que viene empiecen las llamadas para ubicar a cada uno en su puesto.

Sí, uno de los puestos en los que estoy de segunda (y el primero es primero en otro sitio) es mi preferido y soñado y anhelado... 

ojalá! Me digo...

Diosss...

Es curioso porque durante la semana fui en barrena...

El martes en una hora hice dos entrevistas y conseguí dos segundos puestos (en la entrevista estoy de primera pero el/la otra tiene más méritos) 

El miércoles conseguí los terceros puestos...

El jueves conseguí un último puesto (estoy sétima)

El viernes no pasé el corte...

Y pienso... qué curioso. Casi idénticos tribunales (variaba una persona como mucho, los otros tres se repetían), mismas preguntas, mismas respuestas...

No, no sentí que lo estuviera haciendo peor...

Y sin embargo hubo algún intangible...

Que hizo que mi valoración de competencias (en esa parte perdí más puntos que en la parte de conocimientos)... fuera tan dispar... incluso cuando el de RRHH era el mismo...

Curioso! 

Esa semana me dejaron, me dejó...

Ya se lo decía yo... me haces mejor, me siento mejor, me centras, me noseque... quiero que te quedes... sé que vas a quedarte ()

Yo lo sabía...

estaba tan segura como las otras veces que también me equivocaba

Y los hados de los RRHH también...lo supieron...

Parece ser...

Por suerte, mi trabajo favorito era el del martes... cuando todavia brillaba, cuando todavía creía, cuando bromeaba con un futuro común en esa zona de Madrid... cuando sentía que todo iría bien a partir de ese momento. He llegado. Aquí era. Ya está. 

Fue justo antes del (nuevo) portazo. 

Gracias! 

Supongo.

No solo me curaste de lo mío sino que me pusiste la sonrisa, el brillo, lo que fuera, en el que puede haber sido el día más importante de mi vida, si es que al final puedo poner ese puesto en mi LinkedIn...

Sí, gracias! 





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