domingo, 25 de octubre de 2020

Confía, confía, confía...

 Es mi mantra...

Googleo mi (presunto) nuevo proyecto y cada vez me gusta más... “centenares de empresas a la puerta esperan la resolución” , contratos marcos con grandes consultoras , big four, despachos de postín...

Me sonrio...

La cosa tiene su coña...

Las carambolas, las concatenaciones de acontecimientos durante este año, durante los últimos 6 años, pequeñas cosas hechas y no hechas que me trajeron aquí... a este momento del espacio tiempo...

Me sonrío...

Me convenzo...

Ayer por la mañana redacté, confieso, un mail (un post) para mi jefe actual... proponiendo la negociación de una contraoferta...

De nuevo el destino me envió una articulo de esos de ... dios, ni contraoferta ni ostias...

Si sale mal... 

me da igual...

Hasta aquí (sea donde sea aquí) hemos llegado así... con esa filosofía...De post-adolescente muy añosa (ya)

Si sale mal ... me da igual...

Al final casi siempre sale mal... o al menos no tan bien como mis expectativas habían proyectado (claro)...

Eso dice mi ángel o demonio de la guarda...

Una nunca sabe...

Y a por la siguiente...

Bueno, pues no es que saliera mal, es que me trajo aquí...

Tenía que ser. Suceder. Todo así.

Y cómo muchas en este blog dicen, llenas de razón...

Se te pasan los años, chica...

Y este eterno... principio...

Igual ya no es una buena estrategia...

A esta edad la gente ya lo tiene todo para toda la vida...

Salvo que sea un fracasado, salvo que algo no funcione...

A veces, confieso, yo también me lo cuestiono...

Otras veces, veo ante mi, alguien concreto o los dioses ponen un “para toda la vida” frente a mi...

Un “pues eso que ya tienes seguro”... 

como si la vida fuera un atesorar, acumular seguridades que en realidad no deseamos...

En ese momento, no se por que... algo se rebele en mí... es que yo no quiero eso... 

que podría salir mal? 

Siempre me hago esa pregunta en cada cruce de caminos...

Podría soportarlo? 

Hasta que altura podría caer...

La respuesta... volverme a la city , a casa de mis padres (quizá), todos lo verían como un fracaso...

Yo (espero no olvidarlo) sabría que no, no fue un fracaso...

El fracaso hubiera sido no intentarlo...

Conformarme con una vida como la de los demás...

Buscar falsas seguridades, males menores...

Que es peor tener que volver o nunca haberse ido? 

Quizá no haya nada peor ni mejor...

Simplemente... todos lo hacemos lo Mejor que podemos y sabemos, dadas nuestras taras... 

Si me llaman, voy a decir que sí solo para poder tener ese ítem en mi CV, en mi LinkedIn, solo para poder contarlo en las quedadas...

Una niña malcriada. Sí. Y qué? 

Os pongo a Vanesa y ya...

Me gusta el momento vital que me transmite. Ese momento en que ya ha vivido la mitad de tu vida . Aceptas lo que ha pasado, lo que no. Miras a tu alrededor y ves que todo es tan tú que no lo cambiarías. Si fuera de otra forma no sería tan tú...podría ser mejor (más perfecto) de acuerdo con los cánones pero no serías tu vida. Sería la de cualquier otro. Llegar a la mitad de la vida así... es todo un lujo (y un riesgo) que algunas y algunos nos hemos querido permitir. Hemos querido o no hemos podido evitarlo, que también.   Quien lo vivió lo sabe.



Pd: para ver los vídeos hay que pulsar ir a versión web ( que tiene una que explicarlo todo). Blogger tampoco es perfecto pero cumple su función (a veces mejor, a veces peor) es tan yo, también.

Pd2: y todo en medio de una pandemia, con el país y las vidas de la mayoría cayéndose a cachos. Es tan yo... que es inevitable, irrenunciable...


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