viernes, 23 de octubre de 2020

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 Mi estado de whatsapp son dos dados...

Así me siento. Muy descriptivo de este mi momento vital...

Lanzando los dados y a ver qué sale...

El destino decidirá.... inevitablemente...

Hay etapas, días en el que sientes con mayor intensidad la fuerza del destino... yo estoy en esa etapa...

Simplemente quiero dejarme llevar allí...

Confío. Confía, me digo. No queda otra.

Será y no será lo que tenga que ser y no ser.

Esa sensación también de no interrumpir el curso del destino. No dar un nuevo rodeo buscando un atajo...

Como será mi vida dentro de una semana, quince días no depende de mí. Una vez que lo aceptas, todo es más fácil. 

Voy día a día le dije a mis jefes , al externo y al interno...

Esta semana ha sido intensa...

Han salido las plazas, he entrado en la lista corta de todas, he tenido 5 entrevista, me queda una de un rato. Saldrán las definitivas. Llegarán las llamadas, las reuniones, la hora de la verdad.

No depende de mí. Hay demasiadas variables. Lo ideal sería, me digo, no quedar de las primeras en las listas. Que vaya corriendo turno... mientras no se resuelve lo mío en mi empresa...

Ahora mismo una llamada supondria lanzar una moneda al aire... pediré garantías que creo que no me van a dar (porque no pueden o no quieren, da igual) 

Estos días he escrito menos (aunque pensé que hacía más tiempo que no actualizaba). 

Ayer pensaba escribir(os) un post en plan... sigo escribiendo aunque ahora lo hago en privado...

Os avisé. Os pedí un mail... 

ahora escribo solo para la única que hizo caso de mi petición...

El destino (los dioses) se rieron de mi osadía.

Por la noche me dejó. 

Quiero parar esto, me dijo. 

Lo acepté...

Me vi a mí misma escribiendo esa fórmula de cortesía (para despedirse para siempre) que odio tan profundamente.

“Cuídate mucho”

No había utilizado nunca esa fórmula , que sí han utilizado conmigo todas las veces que fue un adiós para siempre. Cuídate mucho. Con ella todo es (era) diferente. Inexplicable. Poco reconocible en mí. Hasta en la despedida lo ha sido. 

Será para siempre? Ahora mismo creo que sí. Ya Esta. Cumplió su misión. Ya hizo lo vino a hacer. 

Sigamos dejando que el destino, los dioses, jueguen a los dados conmigo, con nosotras y nosotros...

Esperar y ver...

Tenía que ser así...

Tenía que curarme... 

no me enseñó (no aprendí) como no tener una relación Guadiana, de esas que aparecen y desparecen... una y otra vez. Mea culpa. Tengo demasiadas de esas. No sè por qué ni cómo ni para qué... solo sé que siempre acabo aquí... me dejan ellas siempre. Lo cual también es curioso. 

Bueno, pues a la ducha... 

a la sexta entrevista...

A disfrutar el finde...

Ver qué pasa y que no pasa. Aceptarlo. Evitar los atajos que se convierten en rodeos. Conservar la ilusión renovada...

Confiar...

(solo me arrepiento de las etapas de mi vida en la que dejé de confiar) 

Y claro pedirle a mi público que si me queréis escribirme...

O no...

Lo que el destino, los dados o los dioses quieran...

Hemos venido a jugar...

Hagan juego, señoras! 


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