sábado, 4 de julio de 2020

Y sin embargo, se mueve...

ayer invitè a un chico a unirse a mi grupo de cañas del trabajo...
Lo de tener grupo de cañas del trabajo (mis lectoras saben que me he resistido)
Y lo de decirle...
Vente...
Miércoles a las 8...
Nos tomamos dos y a casa...
Simplemente sucedió...
Como suceden las cosas que tienen que suceder...
Yo solo quiero cosas de esas en mi vida... 
Mi grupo de cañas es de gente con vida propia... adulta y tal...
No quise que pensara que eso iba a ser un despiporre...
Hazte planes para después , hijo, que estas no aguantan nada... 
la gente con pareja es un coñazo...
Quieren quedar por si se pierden algo pero al rato ya se quieren ir a su nido de amor .... 
a las diez su pareja las reclama... 
a veces creo que se ponen como tarea “quedar con gente fuera de la pareja”... por no sentir que se han quedado out...por sentir que tienen vida propia, yo que se... 
Irse después de dos cañas es lo más out... ya, que le vamos a hacer...
Hemos empatizado...
Esas cosas que pasan...
Seguimos perdiendo el tiempo (mucho) cuando voy a la oficina antes de mis reuniones...
Estamos solos y... la conversación fluye... 
ayer camino ya de mi reunión pensé... voy a decirle que se venga...
Dijo sì...
esta es otra de esas señales que digo...
A mí no se me ocurren esas cosas, siempre me tienen que arrastrar...
Invitar yo? Con mi miedo al rechazo? Con ese “mensaje de la infancia que tengo grabado” . Ni de coña! 
Pero mira... cuando fluye... las escasísimas ocasiones... todo es fácil y natural... 
que delicia... 
Hay algo que se está despertando...
Supongo que soy toda yo...
Mis neuronas buscando vías de escape (a la desesperada) de toda esta incomodidad...
El inicio de algún tipo de carambola (concatenación de acontecimientos) que vaya usted a saber donde termina...
Las lecturas de cartas prescritas y los chinos milenarios acertando, quizá...
Me lo noto,  me lo noto... 
Veremos...

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