viernes, 5 de junio de 2020

Lo escribo para tratar de entenderlo, para tratar de entenderme...

Sí, volvemos al tema...
Es que no lo entiendo...
Se me olvida...
Pero al rato me lo tropiezo de nuevo...
No lo entiendo....
El Caso es que al final he quedado con esta compañera de trabajo, unas cañas... con mi ocho y ella. 
Como siempre, gran insistencia... como si la vida le fuera en ello...
Whasapp, mails,etc...
Al final, digo que sì...
Elige sitio y hora. Me adapto...
Esto con una semana de antelación. Me fija cita para la semana siguiente.
Odio quedar con antelación pero dadas las circunstancias fui flexible...
Dos días antes dice que nos dirá el sitio...
Vale, hija...
El mismo día por la mañana nos dice que no hay ninguna terraza en Madrid...
Tienes una semana para reservar y descubres el mismo día que no hay.
Buffff....
Si vosotras conocéis algún sitio?
Yo pongo en el buscador de Google “reservar terraza hoy chamberi”
El primer sitio... llamo y reservo (solo era para cañas)
Como cuando vas por la calle y te sientas en la primera terraza con sitio libre sin ver más allá.
Gestión hecha!
No era tan difícil, digo yo.
Como siempre, no entiendo su comportamiento.... 
Lo hace siempre y me desquicia... 
Muestra muchísimo interés hasta que yo cedo entonces deja de tener interés...
Pone una excusa, se desentiende... 
Es absurdo!
Yo no tengo ningún interés...y a ver... qué llevamos desde noviembre cuadrando agendas... 
igual ya hubiera sido el momento de dejar de insistir, no sè... 
somos compañeras de trabajo. No vamos a ser amigas.
No hay motivo para serlo. No fluye. Es más que evidente. No pasa nada. Es lo normal.

Hoy, de nuevo, en el curro me piden un informe... tengo que mirarlo y me surge una duda... legal.
Le pregunto a ella si se le ha dado el caso alguna vez...
Me dice que a su marido (abogado ya jubilado de cierto prestigio) sì pero tiene que mirarlo...Que lo hará después...
Le digo que no se moleste... 
ella insiste. Si, te lo mira. No te preocupes. Después te contesta. 
Al rato me contesta “mi marido dice que sì (esa es su ayuda, su dictamen de abogado de prestigio) y me envía tres enlaces de Google que son los primeros que te salen en el buscador. Tres enlaces que ya había leído y de los que partía mi duda. Tres enlaces que no son ni De Fuentes de derecho reconocidas ni reconocibles. 

No entiendo a esta mujer.  No me entiendo a mí misma. Por què juego a su juego? Por què cedo? Quizá para gestionarla y ya? Para evitar su incansable llamada de atención? 

Uhmmm... creo que sí...

Por què me molesta tanto? Por què se me olvida hasta la siguiente vez esta sensación de desconcierto? 

Uhmmm...

Voy a reírme... de la situación.

Sí, será lo mejor.

A partir de ahora a cada nuevo tropiezo contra todo mi ser que me provoque su comportamiento, sus marcos mentales ...  me voy a reír... 

Cada uno es raro a su manera...

Que escriba el primer comentario la que esté libre de pecado...

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