sábado, 16 de noviembre de 2019

Puntería (o karma)

Es curioso esto del karma.
Me intriga.
Me perturba.
No hay forma de escapar de ello.
Cambian las personas pero permanecen los roles.
Ni el coaching ha sido capaz de cambiármelo...
Qué cosas!

Ayer tuve reunión con los del proyecto/estudio de coaching en el que participo.

Al final, la madre de tres niños (con la que yo creía que me unía una atracción de esas absolutamente inexplicables e irrenunciables) me invita a un evento. Digo que sí.

Consulto en Google la ubicación del evento.

El hotel más lujoso de madrid.

Dice su página web.

Madre mía!

Otra vez?

Por qué y para qué nos atraemos?

Por qué y para qué nos reconocemos?

No tiene sentido alguno...

Dentro de mí hay una súper pija...

No tiene otra explicación posible...

Quizá ahí esté el problema y la solución....

Aclaro, para las que no me conozcan, que mi look es francamente mejorable de acuerdo con los cánones actuales...

Vaqueros , jerséis...del Springfield o el básico del corte inglés.

Sin maquillaje, sin peinar...

Sin joyas, sin reloj...

Lo más básico que te puedas imaginar...

Y siempre acabo con la más pija del pueblo sentada a mi vera.

Impresionante.

Lo flipo.

Qué las pasa y qué no las pasa conmigo?

Debería aprender a monetizar este don?

Al final estas tías siempre me cuestan una pasta, en tiempo, dinero, atención, neuronas...

Madre mía!

Qué arte!

Aclaro que yo no sabía lo suyo o al menos conscientemente yo no había percibido ese nivel de lujo. Inconscientemente, quizá sí, supongo que sí, quizá Sí, seguro que sí.

Del grupo soy la única que conserva a todos sus coachee. (Estoy orgullosa de ello, sí)

Una de ellas tiene poder (y más que tendrá) dentro de su organización...

Confiamos en ella (y su financiación, jeje) para continuar con el proyecto.

Otra del grupo me comenta que ha cambiado la dirección de su asociación.

Que ella es vicepresidenta ahora...

Y que si quiero formar parte de su grupo.

Flipa, colega.

La vida, a veces, sucede...

Me lo estoy pensando...

No quiero meterme en millones de historias, ocuparme los días, en cosas que no me llenan del todo y de nada.

Veremos...

Sigo pensando/buscando a mi ocho.

Es mi prioridad. Mi objetivo SMART. Lo tengo tan claro.

Aparecerá .

Ya no queda nada.

La suerte, el golpe de derecha que entra mágicamente, ha vuelto.

Me lo noto. Lo sé.

La reconoceré.

Antes no hubiera podido reconocerla.

las siete del mundo me despistaban y me llevaban de nuevo directamente a la pared, la oscuridad.


Tenía que sentirlo.

Ese momento, en mi trabajo, con otra ocho...

Lo supe.

Lo recordé.

Todos los momentos de plenitud de mi vida, resonando en un único acorde.

Ostras! Es esto. Toda la vida ha sido esto.

No hay más.

No quiero otra cosa.

No puedo permitirme otra cosa.

Sigamos caminando. Sí.

Walk and see.

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