jueves, 29 de agosto de 2019

Tras la tormenta...

Uno de esos momentos...

Un leve rayo de luz solo se ve en medio de la oscuridad.

A alguien le ha pasado? A alguien no le ha pasado?

Caminar sin más, de paseo por una zona de terrazas (con mis padres)

El paseo rutinario de la tarde...

Mirar , vaya usted a saber por qué, a alguien en una terraza...

Alguien entre toda la gente...

Alguien también me miraba...

Baja la mirada, da un trago a su caña...

Sin saber si seguir bajando la mirada o mantenerla...

Ese momento...

Que me produce un escalofrío íntimo por dentro, me recorre, me acompaña...

Esto debe ser la felicidad...

Me devuelve la esperanza...

En este contexto de absoluto bloqueo ...

Después de bastante tiempo, de la última vez, de forma absolutamente irracional...

Qué paradoja...

Sigo caminando junto a mis padres...

Me invento su vida, este post...

Parecía sentada con su madre y un par de crios...

Rubia, pija...

Me recordó a la mitad de una pareja perfecta que conocí en abril. Eran perfectas. De mayor quiero ser como ellas. No paso por menos, pensé aquel día.

Estará de visita... no es el tipo habitual en esta zona...

Me miraba con interés...

Estaría sintiendo lo mismo...

Esa atracción/interés que ocurre a veces... muy pocas...

Que nos recuerda que otros caminos son posibles...

Quizá a ella también...

Ahí sentada con sus niños...

Quizá pensaba ... ahí está “eso” que nunca he querido alentar, cada vez más fuerte...

Quizá me lo invento. Seguro.

Pero quiero creer... que algún día ocurrirá en el momento y lugar perfecto...

Nunca ocurre en las quedadas...

O en situación viables...

(Casi) siempre así...

Una mirada, un escalofrío...lo sabes desde el primer momento...

Eso busco...

Eso que no se puede buscar...

Paradojas!

Ocurrirá... ?

Esa sensación estará esperándome en Madrid, a la vuelta?

En ese momento estaba absolutamente segura de que sí. Es imposible que no vaya a ocurrir.


Negare haberlo (d)escrito.


3 comentarios:

  1. Yo me casé con ella, no hay que perder la esperanza. Nunca sabes donde va a aparecer... Ánimo con esos días en el terruño. Tienes mucho mérito y te dignifica mucho estar ahí con tus padres al pie del cañón. Eso sí, no dejes que te duela...

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    1. No la he perdido (la esperanza, la absoluta seguridad) , todavía... creo que al final nos encontraremos y todo tendrá sentido y habrá valido la pena. Si no de qué...

      Aunque confieso que tengo una broma privada conmigo misma en la que me digo... al final, en el lecho de muerte (después de todo y antes de nada) escribiré mi último post (diálogo interior) me/nos diré: coño, pues iba a ser que no, tía. En esta vida iba a ser que no, cojones! Puto Karma, perra vida! ;-)

      Creo que es peor que no duela... hay una canción de Alejandro Sanz que dice que no hay más miedo que el que sientes cuando ya no sientes nada. Me he pasado estas vacaciones sin dolor (ni emociones). Dolía demasiado, todo. Supongo. Veremos qué pasa cuando llegue a madrid y baje la tensión competitiva.

      Gracias por el comentario, la empatía, la comprensión lectora y etc! (Aunque se me ha metido algo en el ojo al leer el comentario, confieso)

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  2. :) ya sabes, soy tu única lectora...
    Tienes razón con lo de que es mejor que duela, me refería más bien a que te pongas tus barreras bien marcadas y con las armas en alto. Nadie, ni siquiera nuestros padres, tienen derecho a hacer tambalear nuestros cimientos y a hacernos daño de manera gratuita. Estoy segura de que ellos no saben hacerlo de otra manera, pero aun así tú eres una valiente que se ha construido a sí misma paso a paso, así que tu seguridad y tu amor propio que no te lo toquen...
    Ánimo con la vuelta que seguro que será reparadora...
    Un beso, neurona

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