jueves, 25 de abril de 2019

Al reves, como siempre...

El coaching trata de conectarse con las emociones que nos mueven, entre otras cosas.

En mi caso... como siempre... la solución va a estar a desconectarme...

Gestionar mis relaciones sociales no desde las emociones sino desde la distancia y la racionalidad.

Siempre me ha ido bien con mi parte racional. Esta vez no iba a ser menos.

Me descubro pensando que está bien esto de gestionarlas....

Envíar el mensaje del día siguiente.

Retener a gente.

Emplazar a citas a la vuelta de puentes.

Hacer ese trabajo administrativo.

Desde la racionalidad.

Sin implicación emocional.

Podría haberme exaltado o incluso archivado esta relación después de un whatsapp prometido que no llegó.

En cambio. La racionalidad...

Yo era más feliz antes, la verdad.

Aunque objetivamente y vista desde lejos ahora tengo una vida más completa. Con invitaciones a cumpleaños, sofá y peli en casas ajenas. Presentaciones de amigas y barbacoas varias.

Yo era más feliz antes..

Cuando la vida se me iba hasta en cada whatsapp enviado. Y si no se me iba la vida en ello, no lo enviaba. Lo dejaba ir.

Esa idea me acompaña.

Lo comentaré en la próxima sesión.

Ha sido relativamente fácil montar, pintar, inventar y mantener una vida normal...

Pero...

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