sábado, 16 de marzo de 2019

Lo bueno del coaching...

Ahora lo sé, es que te convierte en el centro de tu vida. Te recuerda que tienes el papel protagonista.

Eso es bueno, claro.

Sobre todo para quien tiene cierta facilidad, habilidad, para desviar el foco.

No sé si esa es la solución. Si ahí estuvo el error desde siempre.

Me suena y resuena que tal vez...

Ayer alguien me dijo que no me reconocía.

Lo dijo como reproche.

Pero lo recibo como una medalla. Un hito. Un logro.

El coaching debe cambiarte, debe transformarte, debe hacerte irreconocible...

Leí por ahí que no hay que tener miedo cuando eso suceda...

La esencia se quedará...

Lo auténtico se quedará...

Habrá que reconstruir relaciones...

Por suerte (o por lógica), más por lo Segundo que por lo primero, no tengo muchas relaciones...

Lógico, totalmente lógico...

Será incómodo, quizá.

Algunas no podrán ser reconstruidas.

No compensará, el esfuerzo, el momento, propio y /o ajeno.

Avanzamos...

Quizá al fondo del precipicio...

Quién sabe?

Solo sabemos que si es un precipicio, al menos, será el mío.

Hago propósito de enmienda (a la totalidad de mi vida).

Quiero (debo) ser el centro de mi mundo. Llenarlo de gente que me haga bien. Que me cuide. Incluso si tengo que pagarles para ello. Los Coach no son gratis , la felicidad, la plenitud, la coherencia, la satisfacción, la confianza en uno y po uno mismo cuestan. Aquí es donde voy a empezar a pagarlo, por fin.

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