sábado, 4 de noviembre de 2017

El penúltimo...

Hoy es mi penúltimo sábado de libertad de 2017. Bueno, tampoco tanto, tendré un montón de sábados libres en navidades y creo que en el puente de la constitución también. No tengo el calendario todavía interiorizado...

Veremos qué pasa...

No sé si tengo un poco de miedo...

He puesto, quizá, demasiadas expectativas en esto... aunque bueno, no tantas como las otras veces, que después la ilusión se evaporó (después de un tiempo prudencial, que conste, no soy tan inconstante como puede parecer en este blog, lo que pasa es que en el blog los años pasan volando) 

Hace 9 que me vine, hace tres de no me mudo ni de casa ni de trabajo.  A que parece que fue ayer? Pues no. Hace ya un montón...de casi todo.

A ver si esta es la buena para siempre...

Me da miedo también porque como otras muchas veces que algo me ha desilusionado. esta vez también tengo muy claro qué quiero. 

Lo malo del coaching es que ... a los buenos los reconoces desde la primera frase y a los malos también.

A los auténticos y a los falsos....

A los vendehumos... uf, a esos...

A los que cuentan la teoría pero... todo en ellos dice que... no.

A esos también...

Me da miedo, si. Que se me quiten las ganas (bueno, no, ahora que lo pienso no creo que se me quiten, si son malos tendré que esforzarme y convencerme de que es un "mal" necesario, si) 

Yo seré de las buenas, claro...nadie va a convencerme de lo contrario. 

Si al principio no fluye ( puede ser que ocurra) ya aprenderé... ya fluirá, es todo cuestión de enfoque y práctica. 

Pongo un ejemplo... acabo de leer un artículo, dice que en LinkedIn hay "parados" que piden ayuda o exponen su caso y que varios reciben consejos de Coachs que les dicen que no hacen nada bien, que tienen que ser positivos, que se ponen en una situación de súplica en lugar de venderse.

Yo flipo, leo y con lo poco que he leído sobre coaching pienso que eso no es coaching. El Coach no te dice qué tiene a que hacer, no es un consejero, no te va a dar la solución mágica, creo, te da las herramientas, te hace las preguntas para que encuentres tu respuesta, para que veas, te pone la linterna en el túnel pero tú decides hacia dónde quieres caminar y como. ( creo) 

Nunca te va a decir (creo) estás en un puto túnel , tienes que ser positivo, y partirte de la risa (a no ser que tú creas que esa es la mejor forma de salir de ahí, claro) 

No Me gustan esos Coach del pensamiento positivo y la risa y el buen humor y la motivación falsa. 

No veo yo a Elena Espinal en ese plan: todo es estupendo y si todo es una puta mierda , tú sonríe. Ese es nuestro plan: sonreír ( y ser más falso que las pesetas contigo y con los demás)

Pa eso no hace falta un Coach. Digo yo.

La idea es que la sonrisa y el positivismo te salga del alma porque has descubierto tu propósito en la vida, qué quieres hacer, qué te haría feliz y además tienes un plan para conseguirlo. Has encajado las piezas Y estás en ello. Además, tienes alguien a tu lado ( el Coach) que funciona también como un efecto placebo. Ha visto a mucha gente antes que a ti, en la misma situación y te hace sentir que tú puedes. No es que tú sepas que puedes, es que tu Coach ( que es un profesional de esto) también sabe que puedes. Que lo has encontrado. 

Seré buena. Sí, lo sé. 


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