domingo, 10 de mayo de 2015

Y si la felicidad fuera solo...

Descubrirse pidiendo un "crujiente sándwich" (tal y como la carta indicaba) con tal dosis de "loquesea"

que el camarero se vea en la obligación de aclarar(te), de buen rollo y en tono confidencial, que el "crujiente sándwich" SOLO es un sándwich "normal"... no te vayas a pensar...

Me gustan los principios, aguafiestas!

12 comentarios:

  1. Yo preferiria descubrir sola que el sandwich crujiente es una mentira. Cuando menos te lo esperas puede aparecer el supercrujiente y eso si seria la felicidad.

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  2. En realidad sí era crujiente, incluso repetí...

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    1. por llevar la contraria no sabes que hacer

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    2. No sabe que hacer para llevar la contraria esta chica

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    3. es que realmente estaba crujiente (tal y como indicaba la carta), quién llevaba la contraria era él....

      que tiene una que explicarlo todo!!!

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  3. Seguro que el camarero te vio tal cara de decepción que debió decirle al de la cocina.... Este dejalo crujiente de verdad.
    Y fijate hasta repetiste

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    1. jiji , supongo que puse demasiado énfasis en la palabrita en cuestión pero es que si lo pones en la carta así tal cual "crujiente sándwich" pues es como que le eres tú quién le está dando una importancia que quizá no tiene.... se me escapa por qué no pusieron en la carta "normal sándwich" y ya...

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    2. Es que lo normal no llama nada en una carta.... Aunque al final sea normal del todo

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    3. ya, pues entonces que no te destripen la verdad antes de que llegue el "crujiente sándwich" a la mesa!!! digo yo, no sé.

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  4. Felicidad para mí es cualquier cosa que me haga sentir mínimo esto:


    "A pesar de sus treinta años, Berta Young tenía momentos como éste de ahora, en los que hubiera deseado correr en vez de andar; deslizarse por los suelos relucientes de su casa, marcando pasos de danza; rodar un aro; tirar alguna cosa al aire para volverla a coger, o quedarse quieta y reír... simplemente por nada.
    ¿Qué puede hacer uno si, aún contando treinta años, al volver la esquina de su calle le domina de repente una sensación de felicidad..., de felicidad plena..., como si de repente se hubiese tragado un trozo brillante del sol crepuscular y éste le abrasara el pecho, lanzando una lluvia de chispas por todo su cuerpo?

    ¿Es que no puede haber una forma de manifestarlo sin parecer "beodo o trastornado"? La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius?"

    p.d:(me he dignado a comentar pq no he resistido pensando que el cuento te podría gustar, lo he pensado mas de una vez.. aunque igual no.)
    advertencia: es del siglo 19..

    http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/mansfi/felicidad.htm

    Maravilloooooooooso para mí.

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    1. no sé cuál es la moraleja del cuento y su encaje aquí.... sobretodo por tu aversión a improvisar y ver sin más qué aguarda al doblar la esquina...

      además pensaba que la Fulton se liaría con la de la felicidad desbordante pero no....

      tú y yo no teníamos una especie de acuerdo? creía que sí.... recuerdas?

      pd. cualquier respuesta o no respuesta a este comentario, por mail, por favor!!!! Que tiene una que aclararlo todo!!!

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  5. Yo me quedo con tu final: "Me gustan los principios". Todos. :D

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