jueves, 18 de diciembre de 2014

Cogí este trabajo...

Sin mayor interés, sin mayor sentido de la atracción, sin mayor "señal"...

Casi por rutina, por inercia, ...

Las condiciones me parecieron buenas, sin más...

No hubo ninguna fuerza superior que me empujara irremediablemente a esta silla...

No me hizo mayor ilusión...

Una etapa más, sin más...

Va camino se convertirse en el mejor trabajo que he tenido nunca, a mi de aquí tendran que echarme... Eso ya te lo digo yo. 

Y si con todo fuera así?

Y me hubiera estado equivocando toda la vida con ese empeño, quizá absurdo, de necesitar sentir esa fuerza irrefrenable contra la que hace años que no lucho, de hecho, la necesito/aba para "moverme", para correr hacia donde fuera costara lo que costara, caiga quien caiga...

Uhmm, me tomo nota... Quizá quien nos envía esas fuerzas irrefrenables, esas señales no sean los dioses, sino nuestros demonios...

La educación católica, siempre ahí ... "Ayudando"

1 comentario:

  1. Como era aquello de que pasaría si una fuerza irrefrenable chocara contra otra inamovible?
    Yo hace 7 años creí encontrar mi trabajo perfecto, hoy se ha ido un compañero y me ha faltado tiempo para dejarle caer el curriculum. Y aun así seguramente me tengan que echar.
    Los trabajos ilusionantes están ahí, el tema es que te sigan haciendo sentir como esa fuerza inamovible...

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