martes, 12 de agosto de 2014

A veces es muy fácil...

Una botella de vino, dos platos para compartir... conversación(es) que van y vienen, hablar de todo, temas que van saliendo uno tras otro entrelazándose sin orden con un nexo común que quizá solo una de las dos puede hilar, una conversación, no un monologo de ninguna de las dos partes, sin filtros,  sin querer, sin la (imperiosa) necesidad, de mantener la compostura, las apariciencias, los prejuicios (o no prejuicios), sin segundas intenciones, sin dobleces (conscientes), diciéndolo todo a la cara, opinando con conocimientos de hechos, de causas, de sentimientos, sin ganas , sin intención, sin capacidad de herir con una pregunta bien intencionada o una conclusión más o menos precipitada y no por ello menos o más acertada,... solo el  insaciable afán de mejorar, de crecer, de entender, de ver, de resolver dos puzzles a cuatro ojos, dos manos, y millones de neuronas multiplicadas por dos, conseguir, quizá, algún día, ser invencibles ( o al menos sentirnos un poco menos vulnerables, débiles, perdidas...), aprender a usar todas las herramientas, toda la información disponible, conseguir ver y colocar todas esas piezas que quizá, en realidad, por increíble que pueda parecer, siempre estuvieron ahí... ella me ayuda con el mío, yo le ayudo con el suyo, no es el mismo.... cada una tiene el suyo.... es lo mejor de todo, lo más productivo, las cosas vistas desde fuera se ven, se piensan mejor... si algo se dice es porque se piensa, si algo no se dice es porque no se piensa, no sé, no creo que tengas razón... aunque... ahora que lo dices...  visto así... déjame que lo piense,  quizá tengas razón... comprendiendo y haciendo comprender, intentándolo al menos, los motivos, las razones de las terceras presentes, pasadas y futuras presuntamente implicadas y/o no implicadas... contándonos el millón de cosas que una percibe del mundo exterior y que la otra no pilla ni por asomo y viceversa, tomando notas mentales, descartando borradores de ideas que retomaremos (seguro) algún día.... no haciéndonos demasiado caso quizá o haciéndonos demasiado caso tal vez, el vino se acaba, nos quedamos en la terraza, pedimos una botella de agua... prolongamos la madrugada... frente a dos vasos  de agua...  rompo un poco mi promesa de enviarla pronto a casa...  de vuelta a casa, una duda productiva... quizá, ella tiene razón...  pero no puede ser que la tenga, aunque....pasados los años... quizá los hechos nos han demostrado que la otra tenía razón en todo lo que decía y en lo que no decía, quizá por eso... la botella de vino, los platos y las horas para y por compartir sean , al fin y al cabo, a pesar de todo o precisamente por todo... una buena inversión...

pd. Este post fue escrito (mentalmente) ayer en plena fase exaltación de la amistad.... no me lo tenga(i)s en cuenta...

1 comentario:

  1. Todas tenemos nuestros momentos!!! Y hay que vivirlos y disfrutarlos todos. Bss Inma (la morena)

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