lunes, 27 de febrero de 2012

¿soy yo?

He necesitado 35 años para darme cuenta, o para recordarlo una vez más…

¿soy yo?

Vuelve a darme pereza cosas que antes me apetecían…

Vuelve a apetecerme cosas que me daban pereza…

Vuelvo a pensar que quiero cambios…

descubrir una nueva versión...

que al final acabará siendo la misma...

pero mientras tanto... yo me lo paso (siempre me lo ha pasado) genial...

Pero claro… con 35 años y llegados a este punto

los cambios transcendentales ya hay que pensarlos…

hasta hora no me ha ido mal con los cambios…

en estos tres (casi cuatro) años he duplicado (casi más que duplicado), mi sueldo… tras tres sucesivos saltos en el vacío (locuras)

y ahora tras casi dos años aquí….

una vez más en el mismo momento vital….

Apetece (quizá no de forma irrefrenable como las otras veces)… un cambio…

No es irrefrenable, esta vez no…

Quizá porque tengo cosas (dinero y oportunidades) que perder…

Quizá porque en esta empresa (que se reorganiza cada dos minutos) siempre hay la posibilidad de que para el cambio no vaya a ser necesario moverse… solo esperar….

Tendré que conformarme con cambios pequeños…

Aprovechar que el retiro (el parque) está ahí al ladito y convertirme en una “señora que queda para andar…” , supongo que será cosa del sol pero vuelve a apetecerme aprovechar los días…. y reservar las noches para descansar….

Conocer gente nueva que no quiero que se quede… solo disfrutar del momento subidón… y hacer que se vayan antes del momento bajón…

Sentir mis neuronas despertar (otra vez)... cine (vos), teatro (es pelín caro y siempre te quedas con la sensación esa de... ¿he elegido la obra correcta? ¿ya está? pero... me apetece), conferencias ... hacer cosas que me despierten... las neuronas...

No me apetece aletargarlas en noches eternas...

Estuvo bien... porque necesitaba aletargar mis neuronas... ahora creo que ya estoy bien, ya he olvidado lo que quería olvidar... lo que no podía apetecerme...

No, no es que esté madurando…

Yo ya he estado aquí muchas veces… después cambié… y después volví… a estar aquí…

Soy yo… nada me dura porque nadie quiero que dure...

¿qué nos diría Freud de esto?

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