Pitágoras...

Cuando alguien a quién aprecio me pide que haga algo…no puedo evitar hacerlo..son las reglas….

Ella ha leído hoy mi blog por primera vez…y me ha dicho en la comida que escriba un post sobre ella…

Hecho¡¡

He estado pensando…en estos casi cuatro años en los que ha estado por ahí flotando indirectamente en mi vida virtual…

- en el día que me enteré que mi bloguera favorita tenía novia, y era ella. (empezó dando por saco)

- El día que llamó a una amiga común para preguntar qué tiempo iba a hacer y el mundo se paró y yo me pillé un cabreo de mil pares de pelotas (en su línea, dando por saco)

- El día que la defendí en una historia sin saber que la defendía a ella, suponía que todo había sido un gran malentendido… (creo que no me equivoqué)

- El día en que alguien me habló de ella mientras el mundo daba vueltas a mi alrededor. (¿qué pintaba ella alli?)

- El día que puso la foto de su chica en un fotolog para demostrar lo guapa que era su chica y me regaló a una amiga. (¡¡¡nunca podré agradecértelo lo suficiente¡¡)

- El día que me recomendó un libro y me agarré un cabreo de mil pares de pelotas cuando leí la reseña. Me sentí insultada. (si es que...menudo librito, maja)

- El día que me pidió que votara por una foto en un concurso, al final escribí un post con la foto y acabamos multivotando en masa las blogueras y lectoras de mi blog pero…no conseguimos ganar. (lo siento, me fastidió un montón)

- El día que me enteré que aquellas fotos de aquel fotolog tan bueno eran de ella. Tenían algo que las hacía distintas. (¡¡¡lo sabía, había algo que las hacía distintas¡¡ no era un fotolog como otro cualquiera, puedo seguir presumiento de ojo clínico, me entraron ganas de fumar el día que pusiste una foto de una cajetilla de winston encima de una mesa de mármol...¿fumar? ¿yo? ...había algo)

- El día que supe que se haría profesional por un comentario en un fotolog y pensé que podría ayudarla…pero no me pidió ayuda y me sentí profundamente ofendida. A pesar de que no teníamos relación directa alguna. (absurdamente supuse que yo te lo haría todo...y no me preguntes por qué, pero lo supe)

- El día que…la llamé niñata… (tratemos de aprender del pasado, demasiado carácter, soy tauro y eso...me caliento rápido...disparo y luego pregunto)

- El día que …por fin…me preguntó por lo suyo… (lo sabía)

- Los sucesivos días de cruce de mails, para montar lo suyo, los días de estar del mismo bando, haciendo equipo. La incertidumbre, el querer que todo saliera bien, que lo tuviera claro, explicarlo todo cuatro veces ( y con ejemplos, jeje)… (fuiste una gran alumna, disfruté)

- Los días en que todo iba saliendo poco a poco… (qué nervios)

- El día que me mandó un sms dando por supuesto que yo sabía como iba lo de la firma electrónica y sabía, y lo hicimos pero…esa seguridad. Nunca pregunta si sé hacer algo, por muy colateral que sea de mi trabajo, lo da por supuesto. Me gusta. (ahí creo que te pasaste, sabía como iba de pura chiripa)

- El día que cenamos y nos vimos por primera vez. Después de horas de trabajo on-line y telefónico. (raro, no?)

- El día en que pude encasillarla en mis cuatro esquemas básicos. Esta es como mi hermano, tiene “eso” que los hace diferentes, especiales….conectan con la gente de forma natural…..llegan a un pueblo y se follan a la hija del alcalde el primer día…y sin embargo no me cae mal, tampoco puedo escapar de esa especie de influencia, a pesar de que sé que existe, puedo identificarla en cada gesto, en cada sonrisa….ahí está…una y otra vez…y me hace gracia ver el don de mi hermano (Ese don con el que tanto hemos bromeado) ahí en otra persona. (me ganaste definitivamente)

- En las sucesivas primeras veces que hemos compartido. (y las que nos quedan...)

Y pienso en todos esos días, en nuestros caracteres, en nuestras vidas paralelas, diseñadas para no encontrarse nunca por lo poco o mucho que yo sé de mí y que sé de ella, en los días en que nos hemos cruzado y pienso… que solo nos une el trabajo y el gran cariño que tenemos por una misma persona, son cariños distintos pero cariños al fin y al cabo.

Las dos sabemos que la persona que nos une es muy especial (única) y eso, quieras que no, une mucho.